miércoles, 25 de febrero de 2015

viajar

Es asombrosa la terapia de las vacaciones, toda la descompresión que genera el abandonar el epicentro de los conflictos diarios para aventurarse en nuevas experiencias, con toda la liviandad que se puede adquirir y la completa tolerancia al destino que se avecina. situaciones muy complejas para quienes no han tenido el placer de ser aventureros por naturaleza.

Como pocos años, por fortunas de tener una amiga-cómplice-hermana y también contar con poca experiencia en el arte de viajar, es que puedo catalogar este año como uno de los más prometedores que he vivido, y eso es mucho decir viniendo de mi propia opinión.

Con un comienzo alucinante en mi ambiente predilecto, el cielo, inicié el cierre de un ciclo difícil por decir lo menos, con la clara convicción de que el tiempo fuera me haría bien para olvidar problemas y recuerdos, no sospeché que estas serían LAS VACACIONES.

Enriquecido regresé a casa, con un dulce y satisfactorio gusto de haber cometido tanto, bailar sin miedo, de haber mirado tantos lugares, de rostros, acentos, comidas, posturas y culturas. todo acompañado con un increíble sentimiento de que no todas las familias se crean de sólo aparearse, que entre viajeros existe un dialecto que sólo ellos entienden, y el gusto de extrañar el hogar cuando se está lejos.

Sin tener la idea del peso que cargué en el año, solo hasta cuando decidí dejar de vivir rutinas y dar paso a la circunstancia y casualidades es que las sonrisas sinceras se volvieron parte de mis días, junto a ellos el constante asombro de conocer personalidades tan variadas reunidas por las mismas razones, aprender desde las distintas maneras de comer el pan del desayuno hasta conocer quien complete mis oraciones, viviendo a kilómetros de mí.

Hoy, puedo decir que si antes temía del destino implacable, gran rival para quienes adoramos manipular todas las opciones y barajar errores. no tiene absoluto sentido si no aceptas los riesgos como detalles sabrosos de la vida, y que sin lugar a dudar si pudiese volver a migrar de mi tierra lo haría, con quienes estimo bastante.

Gracias.

Gracias hermana