jueves, 18 de diciembre de 2014

Misión STS-XX : sexo en el espacio



Si bien muchos podrían consideran que el sexo en el espacio es algo superficial y morboso, durante 2010 este fue abordado en detalle por un artículo del  Journal of Cosmology, apelando  a que se relaciona profundamente con la supervivencia de nuestra especie en el futuro cercano. Si queremos conquistar el espacio, los astronautas deberán tener la oportunidad de 
satisfacer sus deseos sexuales y también reproducirse con seguridad.



La expansión de los viajes espaciales, producto de la masificación de la actividad espacial humana, creación de estaciones en órbita y la obvia consecuencia del turismo espacial, junto a la colonización de nuevos mundos, supondrá naturalmente que parejas de astronautas desarrollen una vida sexual activa en condición de micro gravedad.

En el ámbito científico, estudian esta eventualidad principalmente porque el acto sexual espacial tiene grandes repercusiones psicológicas y fisiológicas), y puede desencadenar incluso un embarazo. Esto último, expone grandes preguntas; ¿como se desarrollaría el periodo embrionario en una nave espacial? ¿El embarazo llegaría a termino de manera exitosa?, etc.

Efectivamente, el tema de un embarazo en el espacio concentrará la investigación durante mucho tiempo. Pero, antes que aquello ocurra, debemos saber qué tan posible y complejo es sostener una relación sexual en órbita. Cuestión que oficialmente, las agencias espaciales niegan haber experimentado.

Pierre Kohler, un respetado divulgador científico y escritor francés, es quien asegura que tras experimentar, los astronautas habrían descubierto sólo cuatro posiciones sexuales realizables, todo esto respaldado en un supuesto acceso a un informe confidencial de la NASA, en relación a una misión en transbordador espacial en 1996 (proyecto STS-XX) en la cual se habrían probado posiciones sexuales en micro gravedad.



Según señala Kohler, se llevaron a cabo veinte posiciones, concluyendo con que sólo cuatro de estas serían posibles sin asistencia mecánica y otras seis, utilizando un cinturón elástico especial y un túnel inflable similar a un saco de dormir.

Ambos astronautas que realizaron este experimento, lo habrían hecho en condiciones reales de ingravidez y los resultados fueron grabados en vídeo. La película, considerada muy sensible, debió ser editada para su presentación a los directivos de la NASA.

Aunque actualmente no se ha podido comprobar si astronautas han practicado el sexo en condiciones ingrávidas, este tema toma importancia cada vez más, esperando el día en que nazca el primer bebé fuera de la tierra, esto aún serán supuestos.


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